Un guion técnico traduce el guion literario en instrucciones audiovisuales claras para producción y rodaje. Desglosa cada escena en planos con numeración, tipo de plano y ángulo, movimientos de cámara, duración estimada, diálogo/acción sincronizada, sonido (diálogos, ambientes, FX), arte/vestuario/maquillaje, y notas de iluminación. Suele incluir continuidad (props, posiciones, eje), referencias visuales y requerimientos técnicos (lentes, filtros, estabilización). El storyboard complementa este documento con viñetas dibujadas que muestran el encuadre y la composición de cada plano, flechas de movimiento, cambios de foco y notas de timing, lo que ayuda a alinear al equipo y prever problemas antes de filmar.

El plan de rodaje organiza qué se filma en cada jornada para optimizar tiempo, costos y logística. Ordena las escenas por criterios prácticos (locación, disponibilidad de elenco, luz natural, decoración) en lugar del orden narrativo, e indica horarios de montaje y desmontaje, tiempos de traslado, ventanas de luz, necesidades de equipo (cámara, grip, eléctricos), y riesgos o contingencias. También establece prioridades (planos imprescindibles vs. deseables), desglosa tiempos por plano o bloque, y define responsables por departamento, lo que permite mantener el control del ritmo de producción y el cumplimiento del calendario.

La hoja de llamada es el documento diario que se envía al equipo con la información operativa del día siguiente. Incluye fecha y número de jornada, locación y punto de encuentro con mapas/enlaces, call time generales y por departamento, escenas a rodar con su número de libreto y continuidad, elenco convocado con horarios de llegada, vestuario y maquillaje, contactos clave (producción, dirección, jefes de área), clima previsto, catering y pausas, normas de seguridad, y observaciones especiales (permisos, cortes de calle, efectos especiales). Una hoja de llamada clara y puntual reduce retrasos, mejora la coordinación y asegura que cada persona llegue preparada con lo necesario.